Las Tres Tentaciones En El Desierto Para Niños nos lleva a un viaje emocionante a través de las pruebas que Jesús enfrentó en el desierto. ¿Te imaginas estar solo en un lugar desolado y ser tentado por cosas que te hacen desear lo que no es correcto?

Jesús nos enseña cómo resistir las tentaciones, incluso cuando se sienten muy fuertes.

A través de historias y ejemplos sencillos, los niños pueden entender cómo las tentaciones pueden presentarse en la vida diaria, desde querer algo que no les pertenece hasta buscar la atención de los demás. La historia de Jesús en el desierto nos recuerda que podemos encontrar la fuerza para resistir la tentación y elegir el camino correcto.

Introducción a las Tres Tentaciones: Las Tres Tentaciones En El Desierto Para Niños

En la Biblia, encontramos la historia de Jesús, quien después de ser bautizado por Juan el Bautista, fue llevado por el Espíritu Santo al desierto para ser tentado por Satanás. Durante 40 días y 40 noches, Jesús fue probado con tres tentaciones diferentes.

Estas tentaciones representan las dificultades y pruebas que todos enfrentamos en la vida, y nos enseñan cómo resistirlas con la ayuda de Dios.

Antes de las tentaciones, Jesús había estado viviendo una vida sencilla y humilde. Había nacido en un establo, creció en un pueblo pequeño, y se dedicó a trabajar como carpintero. Sin embargo, desde temprana edad, sabía que tenía un propósito especial: ser el Salvador del mundo.

Jesús había sido elegido por Dios para morir en la cruz para que todos tuvieran la oportunidad de ser perdonados de sus pecados y tener una relación con Dios.

La Primera Tentación: Convertir piedras en pan

Las Tres Tentaciones En El Desierto Para Niños

Después de 40 días de ayuno, Jesús tenía mucha hambre. Satanás se le acercó y le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”. Jesús sabía que podía hacerlo, pero se negó. Él no iba a usar su poder para satisfacer sus necesidades físicas.

Jesús sabía que su verdadera fuerza venía de Dios, no de la comida.

Esta tentación representa la necesidad física de alimento, que todos experimentamos. A veces, nos sentimos tentados a tomar atajos o hacer cosas que no son correctas para satisfacer nuestras necesidades. Jesús nos enseña que debemos confiar en Dios para satisfacer nuestras necesidades, y no recurrir a métodos que no son justos.

La Segunda Tentación: Arrojarse desde el templo

Satanás llevó a Jesús a la cima del templo y le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, arrójate desde aquí, porque está escrito: ‘Él dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, y te sostendrán en sus manos, para que no tropieces con piedra alguna'”.

Jesús sabía que podía confiar en Dios para protegerlo, pero se negó a hacer algo que solo buscaba llamar la atención o demostrar su poder.

Esta tentación representa la búsqueda de atención o poder. A veces, nos sentimos tentados a hacer cosas que no son correctas para llamar la atención o para sentirnos superiores a los demás. Jesús nos enseña que no debemos buscar la aprobación de los demás, sino la de Dios.

La Tercera Tentación: Adorar a Satanás

Satanás llevó a Jesús a una montaña alta y le mostró todos los reinos del mundo. Le dijo: “Te daré todo esto si te postras y me adoras”. Jesús sabía que Satanás tenía poder, pero se negó a adorarlo. Él sabía que su verdadero poder venía de Dios, no de Satanás.

Esta tentación representa la búsqueda de riqueza o dominio. A veces, nos sentimos tentados a hacer cosas que no son correctas para obtener riqueza o poder. Jesús nos enseña que debemos confiar en Dios para nuestras necesidades y que no debemos adorar a nadie más que a Él.

Lecciones para los niños

Las Tres Tentaciones de Jesús nos enseñan muchas lecciones importantes. Aprendemos que:

  • Es importante confiar en Dios para satisfacer nuestras necesidades, incluso cuando nos sentimos tentados a tomar atajos.
  • No debemos buscar la aprobación de los demás, sino la de Dios.
  • No debemos adorar a nadie más que a Dios.

Los niños pueden resistir las tentaciones en su propia vida al recordar las lecciones que aprendieron de Jesús. Pueden pedirle a Dios que les ayude a resistir las tentaciones y que les dé la fuerza para hacer lo correcto.

Para practicar la resistencia a las tentaciones, los niños pueden crear un “libro de resistencia” donde escriban o dibujen situaciones en las que se sienten tentados a hacer algo malo. Luego, pueden escribir o dibujar cómo pueden resistir la tentación y pedirle a Dios que les ayude.

También pueden crear un “cartel de resistencia” con frases como “Dios está conmigo” o “No me dejaré tentar” para recordarse a sí mismos de su compromiso con Dios.

General Inquiries

¿Qué significa ser tentado?

Ser tentado significa que algo te hace querer hacer algo que sabes que está mal o que no es correcto.

¿Cómo puedo resistir la tentación?

Puedes resistir la tentación pidiendo ayuda a Dios, pensando en las consecuencias de tus acciones y recordando lo que es importante para ti.